Cuando era pequeñito y era verde aun me llevaba mi abuela al gimnasio, después de los otros cinturones y muchos años de marrón, nunca me saqué el negro por que la vida da muchas vueltas y jamás sabes por donde te va a dar la siguiente ostia. Muchas veces he puesto la otra mejilla, otras he actuado de la manera que más me perjudica pero lo que tengo claro ahora que aunque mi abuela no me vea de cinturón negro, lo voy a conseguir.
Otra vez verde!!!
sábado, 20 de junio de 2009
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2 comentarios:
a por ello¡¡¡ yo tambien lo dejé en la adolescencia, no estaria nada mal volver al tatami... mejor lo dejo pal año q viene jejeje, puta pereza¡¡
xDDD jajajaja no lo dejes para muy tarde, ahora de mayor se disfruta más aunquer tambien cuesta el doble ;)
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